Quien camina tiende a conocer
A caminar por la vida me refiero. Y experiencia a experiencia, pasito a pasito, descansos y retrocesos incluidos, sirven para sentirte mejor utilizando herramientas: para unos es el humor, amabilidad, su personalidad acentuada, compartir y mostrar amor, su capacidad de mediar, negociar, liderar, seguir, obedecer…
Y en mi escenario de acompañante, gracias a lo que he vivido y aprendido, me dije: cuando acompaño a las personas, he observado 4 momentos, etapas, clave, en la mayoría de acompañamientos.
UBICARSE: toda persona que siente la llamada del acompañamiento debe situarme…y situarse. Quien es, qué hace, donde vive, que tipo de pensamientos suele tener, conductas, creencias, con quien se relaciona, a donde quiere ir o caminar, qué recursos dispone o están por despolvar…
CONOCERSE: “conócete a ti mismo”, Oráculo de Delfos, lugar de consulta de los dioses en la Antigüedad. Preciosa orientación, auto conocerse. Vaya viaje!!! Vértigo, no saber por dónde empezar, dificultades, sombras, luces, sentirse perdido. Es una aventura por favor!!
Una experiencia que invito a que la viva cada persona en su momento. Una conexión que genera sentido vital, valores en cada vida, darse la oportunidad de quererse, aceptarse, integrar, comprender, respetar. Esta dimensión, etapa, todas las persona que he acompañado han querido descubrirla, descubrirse. Enhorabuena por la valentía!
ACTUAR: hacer visible el pensamiento, los ideales, los valores, la coherencia personal. Actuar es la forma que tienen nuestras ideas!!. Muchas veces no actuamos acorde con nuestra esencia, con nuestros ideales y ahí…aparece el conflicto interno y de convivencia personal, social, familiar, laboral… actuar es un paso adelante en nuestras vidas, es movimiento, es mostrarse, es mezclarse con el mundo. Una vez ubicado y (re)conocido, uno siente que puede actuar con mayor posibilidad de coherencia, sensatez, para llegar a donde una persona sienta o quiera.
REFLEXIONAR: una de nuestras capacidades. Un tesoro humano, pero desaprovechado tantas veces…Hay que cuidar la salud de nuestras reflexiones, sonreír mientras se construyes las reflexiones, saber mirar y observar nuestra propia vida para mejorarla, para crecer. Aprender a reflexionar y utilizar sanas reflexiones puede acercarnos a una vida más humana y menos esclava. Evaluar, saber mirar la vida sin los invitados drama y miedo y sentir, sentir el sabor de tu propia vida, qué gusto te dejan tus actos, palabras, tu sentido vital.
La suma de las 4 iniciales de estas 4 palabras…aparece UCAR, mi método, mi pauta, mi guía para acompañar y pasar por estos 4 momentos importantes. En cada etapa me sirvo de diversas herramientas, medios, disciplinas, tacto, respeto, humanidad…para acompañar en el particular viaje de cada uno.