Recuerdo las noches de Reyes. Esos 5 de enero, más largos que un día sin sonreír. Era un día de espera, una espera que tenía la meta bien cerca, a eso de las 9 o 9.30h de la mañana del día del Niño, del día de la ilusión, del día en que crees que a todo el mundo le hace feliz recibir, abrir los ojos, decir alaaaa que chulooo…

Recuerdo dormir en la misma habitación con mi hermana; nos juntábamos la cama y esperábamos que el sol nos despertara…porque aguantar es cosa de mayores.

Creía en ellos, en esa magia de Oriente. Mis padres hicieron magia con sus hijos como millones de padres la han hecho con los suyos.

Un día, despiertas, creces, te informan, de miles de maneras posibles. Reaccionas, cada uno a su manera. Pero despiertas. Los reyes, viven en mi interior. Gracias papá y mamá. Gracias.

Con los años, me he topado con decenas de “Casos Reyes Magos”. Un día te explican A, sientes A, y acaba siendo B…ó C…ó D.

Un día me dijeron no aprobarás la selectividad y descubrí el sabor de la madurez formativa.

Un día me dijeron que tal futbolista es muy sano y descubres que lo único sano que tiene es su cuenta corriente.

Un día me dijeron que me querrían para siempre y descubrí que siempre tenía fecha de caducidad.

Un día me dijeron que los señores con traje y corbata son de fiar y descubrí que muchos tienen su habitación en la cárcel.

Un día me dijeron que los lápices sumergidos en el agua se rompen y descubrí que los caprichos de la física son mágicos.

Un día nos dice la vida confía, cree, lánzate…y muchas veces recibimos dudas, noentiendonada, en quién confío ahora…

Un día…

Vivimos tiempos rápidos. Vivimos tiempos en que la palabra CREER cuesta integrarla. Pasamos por miles de pruebas para que CONFÍEN en nosotros. Son numerosas las noticias que nos generan dudas…incertidumbre.

Noticias económicas, políticas, deportivas, sociales…tantos casos de personas que confías en ellos y resulta que no paramos de despertarnos en un 6 de enero sin regalos…sin sonrisas.

El ser humano duda. Es su naturaleza. Pero también confía. Y noto tiempos inciertos en muchas personas. Las experiencias dolorosas, sumar años sin crecer conscientemente, ideas mal transformadas, noticias que desaniman a desarrollar la confianza, mañanas sin regalos ni sonrisas.

Cree en ti. Debes creer. Debes aprender a confiar en ti. Se puede aprender, reajustar, revisar, mejorar. La mejora en tu creencia personal puede ayudar en la confianza social, en fomentar un aprendizaje social para desarrollar la confianza y la creencia en lo posible, en avanzar, en progresar.

Palabras como la honradez, humildad, ganas por mejorar, crecer deben estar presentes en los ejemplos de muchas personas, y si encima son populares, visibles, con posición social clave, todavía más.

Debemos CREER, si no la CREDIBILIDAD se torna CREDEBILIDAD, frágil, débil, en la UVI.

Acompaño a muchas personas con una baja confianza en si mismos, en el presente, en sus futuros, en sus sueños.

Tratar de acercar a esas personas que se puede aprender mucho de la experiencia de los Reyes Magos me parece el mejor regalo que puedo ofrecer a las personas.

Seguir regalando, amor, sonrisas y por favor, sin lazos, naturales…REALES, que se puedan CREER Y CONFIAR EN ELLAS.

Fomenta la creencia en ti, en lo humano, en su desarrollo y crecimiento, ayuda, colabora en la Creencia por Crecer, amar y sentir una vida más sana.

Los lápices en agua siguen enteros, no rompas la ilusión por seguir escribiendo tu vida, entera, con Confianza!

Feliz domingo.