MIRADAS CIEGAS

 

 

Lo reconozco, no suelo prestar mi atención a las letras de las canciones y se me nota: me invento estrofas, si la canción es en inglés me invento idiomas nuevos y suelo sonreír mientras muevo la boca sin emitir nada. Si algún día me tocara hacer un solo de 2 minutos ni me imagino los memes que se sucederían.

Ah, pero esto no queda aquí. Tanto si conduzco como si voy de copiloto, no suelo fijarme en qué carretera circulo, si es autovía, la AP7, la A2 o la CR7. La señorita del coche me dice “gire usted por la salida 584 dirección Vielha y Baqueira”  y a servir. Voy a contrariar a semejante señorita que repite todo 3 o 4 veces convencida de lo que dice, vamos hombre!

También suelo leer el periódico de manera…el coach con Gracia. Empiezo por la Contraportada con interés y a medida que retrocedo o avanzo…ya no sé qué hago, bajo mi atención, concentración y leo más rápido, sin atender mucho y con ganas de acabar esa tarea.

En cambio puedo pasarme un buen rato distraído, sin producir. Es decir, producir sí que produzco, pensamientos, ideas, imágenes, creo en mi mente historias, pero lo que es lectura del libro de turno o escribir mi propio libro o alguna tarea visible y que genere productividad, pues como que no.

Cambiando de tema, os habéis fijado que hasta esta línea, han aparecido 9 números?

O que he escrito la palabra Vielha en aranés y no en catalán?. O que hasta este momento llevo 23 letras en mayúscula?.

Bueno, que cada uno dirija su atención hacia…es verdad!!, ¿hacia dónde dirigimos nuestra atención?. ¿Quién dirige nuestra atención? ¿Nosotros o ellos?

 

Me fascina este tema, tan solo debemos atender y prestar nuestra atención, si prestarla, qué maravilla de carga significativa: ¡¡dámela un ratito por favor, dámela, luego te la devuelvo!!…pero ¿os habéis preguntado quien pide nuestra atención, quien  demanda…nuestra atención?.

No voy a ir por el camino de nuestras emociones ni de nuestras facultades cognitivas, claves en la dirección de nuestra atención: que si miedos, alegrías, TDA, tristezas, desmotivaciones, dispersiones, inmadurez o no sentir calma interna. Interesantísmo tema pero quiero robaros vuestra atención hacia un cruce, un choque de propuestas.

¿Atiendes a la INMEDIATEZ o atiendes EL CAMINAR?

Inmediatez son esos morritos de Instagram, retocados con filtros, luces y sombras, que necesitan captar likes y la atención de otras personas. Inmediatez es sumar “amigos” porque gano la Liga de Facebook. Inmediatez es responder no lo sé en vez de darte un tiempo, de fallar o de incluso, quien sabe, ACERTAR. Inmediatez es tu misma, tú mismo, hoy tocas tú y no vale enamorarse. Inmediatez es te voy a quitar el fútbol, es mi solución, sin importar qué ha pasado o como se siente tu hijo. Inmediatez es consumir, atragantarte, vivir a tope, ahogarte, corre hijo apúntate a algo ya mismo que nosotros llegaremos cuando podamos. Inmediatez es Tranquimazín o Diazepam. Inmediatez es responder sin pensar, sentir sin latir o posar para los demás. Inmediatez…

Por supuesto debemos responder con inmediatez a muchas situaciones vitales pero…¿prestamos nuestra atención a CAMINAR?, literalmente, CAMINAR.

Caminar es sumar observaciones, aprendizajes, momentos. Caminar es atarte los zapatos cada vez que los cordones se sueltan o vaciar esa piedra que te fastidia la planta del pie. Caminar es ser natural, descubrirte, destaparte, acertar, fallar, bloquearte, no reconocerte, amarte…

Caminar es algo más que inmediatez. Caminar es acercarte a algo aunque te esperen tus miedos, dudas, ansias o expectativas sociales. Caminando se avanza y se puede descansar, parar o cambiar de camino.

NOSOTROS O ELLOS. Nosotros debemos caminar. Ellos necesitan solo una cosa: YA!!.

Nosotros somos diferentes cada uno, con nuestros tiempos, momentos, etapas. Ellos sólo quieren que consumas, que te los creas, que los compres, que te pierdas en sus redes y garras.

Nosotros somos tu…yo….aquel…aquella

Ellos, ellos…¿sabéis quien son ellos?. ELLOS son los resultados. Los resultados que debe tener una cadena televisiva para enganchar a parte del público. Ellos son los resultados que debe ofrecer una empresa para seguir compitiendo con su competencia. Ellos son los resultados que necesita un equipo para sentirse superior al otro.

Los resultados existen, sí, pero nos apartan de atender lo importante: EL CAMINO, CAMINAR.

Por cierto, ahora que me fijo. Debo seguir caminado. Me espera…mi CAMINO.

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