Gracias.

Pocas palabras dicen tanto sin necesidad de parrafadas.

Quería dedicarle unos instantes de gratitud a esta palabra (valga la redundancia) puesto que agradecer, dar las gracias, sentir esa palabra cuando se comunica, practicar la gratitud pura, debe ser un objetivo presente en nuestras vidas.

No sólo me refiero al Gracias comunicado por educación: dar las gracias al ser acompañado a la salida, si nos dejan pasar, ni nos ayudan con algo que se nos cae al suelo…

Me refiero a una práctica que debe convertirse en habitual. Me refiero a prestar la atención a la gratitud que nos ofrece la vida…pero sólo si nos fijamos y estamos atentos.

Estás vivo. Sigues con la oportunidad de seguir creciendo, aprender, saborear, sentir. Si, las alegrías, el dolor, la variedad de la vida. Gracias vida, Gracias oportunidad por seguir un camino, con sus piedras, obstáculos, bancos para sentarse, gente que nos rodea…pero en definitiva gracias por estar presentes.

No darse cuenta, no frenarse, no pararse, no sentarse unos instantes al magnífico acto de agradecer estar vivos (cada uno que lo agradezca a quien lo sienta, Dios, a la naturaleza, al respeto que uno mismo se tenga por cuidar su salud emocional, física y mental…) me parece un olvido muy atrevido.

Mírate. Observa. Estás viv@!! Todo es posible!! Agradece la oportunidad que dispones. Úsala!!

Mira a tu alrededor. Dile gracias. A tu pareja, hijos, mascota, vecinos, al agua que emana de los grifos, a la luz que entra por tu pequeña ventana o gran terraza.

Pero…ese Gracias…el que nace del corazón, el que siente que está vivo y puede/debe seguir caminando.

Muchas gracias de vuestro coach con GRACIA!!