Soy de los que utiliza whatsapp. No duermo con el móvil, hace tiempo que no espero que las mejores historias me pasen a las 3 am mientras duermo y si hay una urgencia, el fijo ya gritará ringring.
Me entretiene whatsappear; no me genera adicción pero suelo consultar las nuevas bolas de cristal en forma rectangulares y táctiles con frecuencia (ocio, trabajo, ocio…os he dicho ocio?).
Hace una rato whatsappeaba con una chica y le escribía que me pillaba en pleno trance, pensativo y dejándome ir pues quería publicar una nueva entrada, compartir algo con mi pequeño mundo.
Me ha encantado tu respuesta, me ha inspirado. Me has escrito, ” creo que a veces, fuera de nuestra zona de confort, suceden las mejores cosas”. Me has alentado a escribir alejándome de aquello que me genera “seguridad”, comodidad, control…
Arriesgar es un verbo que nunca lo he sentido muy presente, pero equivocado estaba. O dormido. A veces, mientras creces y aprendes, crees que arriesgar es practicar puenting, decirle a una chica un nervioso y tímido me gustas o probar un nuevo deporte acuático. Puede que también sea riesgo.
Pero arriesgarse es exponerse a un riesgo, a un posible daño y claro, vivir la vida sin exponerse a los riesgos, me parece una vida…vacía, incompleta, alejada de la totalidad.
En Retrats, un programa del C33 que se emite los miércoles, el doctor Jorge L. Tizón, el cual tengo el gusto de conocerlo en sus visitas al programa De Cap i de Nou de Ràdio Estel, en el que colaboro cada semana, compartió sus conocimientos y experiencias.
Por título “Empastillats” (empastillados), el psicólogo, neurólogo, psiquiatra y psicoanalista ofreció su visión sobre los TDAH, el trastorno por déficit de atención, en este caso con Hiperactividad. Ofreció numerosas reflexiones hasta el punto que Jaume Barberá, el prestigioso periodista, tuvo que parar a recapitular, pensar sobre lo que estaba escuchando.
El doctor Tizón arriesgó en proponernos una mirada sobre el TDAH. De todas ellas me quedo con esta: ” Los medicamentos son una parte del tratamiento“. Una frase que ahora, no me ocuparé en situarla en su contexto.
Medicarse? Si, cuando sea necesario, por favor. Las pastillas han nacido a través del esfuerzo y trabajo increíbles de muchos profesionales para tratar de equilibrar, recuperar niveles químicos que se des regulan en nuestros organismos. Pero no para ser LA SOLUCIÓN y menos, LA ÚNICA!!!
Dame algo, qué me puedo tomar, tomar una pastilla como aquel que se agarra a un clavo ardiente…no debe ser el objetivo. Arriesgarse a crecer, a sanarse en las circunstancias que a cada uno le proporcione un paso a delante, ese sí debe ser el Objetivo. Ese tipo de riesgos, que no es otra cosa que esforzarse por algo que cuesta, o descoloca o angustia o agita. Si, sé lo que es un TDAH. de muy variados grados. Y como lo viven, sienten ellos y las personas de su alrededor. Y sé el efecto que producen algunos fármacos.
Pero no he encontrado mejor pastilla que la PALABRA, EL AMOR, EL ESFUERZO, LA COMPRENSIÓN, NO JUZGAR, APOYAR.
Me sabe muy mal que en muchos hogares los botiquines y farmaciolas domésticas estén a rebosar y que en esos mismos hogares falten abrazos, gestos y palabras de amor y comprensión, retos, maneras de afrontar las circunstancias de cada familia o persona
Dentro de poco fabricarán pastillas para todo. Espero que les quede mucho camino para inventar la pastilla del esfuerzo personal, de la mirada y actitud por superar y afrontar conflictos.
Revisad vuestro botiquín, pero no el del WC, si no el personal, el kit del crecimiento personal.
Salud!
